Funcionamiento de un sistema fotovoltaico de autoconsumo
1 – Las placas solares, también llamadas módulos solares, están compuestos de células fotovoltaicas que a su vez están compuestas principalmente de silicio junto con fósforo y boro, éstas captan la radiación solar transformándola en electricidad (corriente continua). La energía es transportada hasta el inversor a través del sistema de cableado eléctrico.
2 – El inversor transforma la corriente continua que le llega de las placas solares en corriente alterna para que pueda consumirse en la vivienda.
3 – El contador electrónico inteligente o Smart Meter, es el encargado de gestionar la producción de corriente alterna a tiempo real, de manera que proporciona la corriente eléctrica de la red cuando el sistema solar no produzca la suficiente energía.
4 – El contador de corriente de red de la compañía suministradora contabiliza el consumo eléctrico y la energía que es vertida a la red.
5 – Con un dispositivo móvil, tablet u ordenador se puede monitorizar a tiempo real el consumo de su vivienda o negocio, sabiendo en cada momento la producción de su sistema fotovoltaico, el consumo de su vivienda o negocio y el consumo de la red eléctrica.
¿Merece la pena invertir en una instalación de autoconsumo?
La respuesta es, sí. ¿Por qué? por todas estas razones:
Ahorro en la factura de la luz
Al realiza una instalación fotovoltaica de paneles solares, empiezas a generar tu propia electricidad, por lo que te vuelves menos dependiente de las compañías eléctricas y reduces tu factura de la luz.
Una instalación de paneles solares suele tener una vida útil de 25 años, significa que podrás reducir los costes de electricidad durante todos esos años y el ahorro irá creciendo con el paso del tiempo.
Aumenta el valor de tu vivienda
Contar con una instalación de placas incrementará automáticamente el valor de tu vivienda. Hay estudios recientes que señalan que el valor de la propiedad aumenta después de instalar placas solares.
Rápida amortización
El periodo de amortización dependerá de varios factores como el tamaño de la instalación, la calidad de los materiales o la irradiación solar entre otros aspectos. Pero la media de amortización está entre los 5 y los 7 años, a partir de este momento todo empiezan a ser ganancias.
Bajo mantenimiento
Las placas solares requieren muy poco mantenimiento, sólo necesitan estar limpias, así que aplicando un poco de agua una vez al año es suficiente. En cuanto a la instalación, la revisión de las gomas aislantes, anclajes u otros elementos de la instalación en general sólo se realiza si baja el rendimiento.
Reduce las emisiones de carbono
Una instalación fotovoltaica no emite sustancias contaminantes al medio ambiente, es una energía limpia y renovable, lo que evita el vertido de toneladas de CO2 al entorno.
Aprovecha las subvenciones de tu CCAA
Actualmente las instalaciones fotovoltaicas gozan de subvenciones en algunas CCAA en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
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